consumidor millennial

Moda sostenible y el consumidor millennial

Lo que se conoce como consumidor millennial o generación Y, está considerado como un conjunto poblacional completamente homogéneo que comparte los mismos rasgos y características.

Pero para nada podemos homogeneizar una generación «metiéndola en el mismo saco» y es que partimos de la base de que cada individuo es único y por tanto colectivamente heterogéneo.

Sin embargo es uno de los grupos generacionales que más moda consumen. Por eso hoy en el blog de Bonsai de Jengibre, queremos indagar en cómo de sostenible son sus hábitos de consumo textil.

¿Es el consumidor millennial un consumidor sostenible?

Según  The sustainability imperative. New insights on consumer expectations, publicado por Nielsen con datos a nivel global, podemos afirmar que “a pesar del hecho de que los millennials han crecido en uno de los climas económicos más complicados en el último siglo, siguen siendo los más comprometidos con la sostenibilidad, estando dispuestos a pagar más dinero si a cambio el  producto es más «verde” o sustentable.

Siguiendo con otros estudios sobre el consumidor millennial, la firma de investigación de tendencias, Anerca International,  apunta que siete de cada diez millennials dicen estar comprometidos con un estilo de vida sostenible.

La empresa, que presentó los resultados durante un seminario web para la Asociación Americana de Moda y Calzado, habla de la imperatividad de integrar valores como la transparencia y la sostenibilidad.

De este modo se consigue dar respuesta a las necesidades de esta generación (y de tantas otras, conscientes de que hay que tomar medidas frente a la segunda industria más contaminante del planeta.)

En Bonsai de Jengibre creemos que, el éxito de un negocio, se debe medir en términos de algo más que su desempeño económico. Es por esto que, sabemos que las marcas de ropa, deben adaptarse a las necesidades que los consumidores demandan con respecto a un impacto positivo en su producción.

Una cuenta atrás para los negocios del sector, en la que tarde o temprano tendrán que afrontar el cambio.

Sabiendo esta necesidad de cambio, de transparencia y de sostenibilidad ¿por qué aún prima el modelo fast fashion?

Aunque la industria textil que sostiene el modelo de negocio fast-fashion, sea extremadamente perjudicial para el medio ambiente, así como para los trabajadores inmersos en la cadena de producción global, la accesibilidad en cuanto al precio y venta, como la democratización de las tendencias, hacen de la moda rápida una opción más que atractiva.

No obstante, cada vez es más frecuente encontrar marcas comprometidas con la sostenibilidad que hacen fácil lo que antes parecía inaccesible o incluso aburrido. La moda sostenible se impone con fuerza como prioridad y única alternativa.

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